Calcular la trayectoria, de una fuerza que avanza en dirección contraria empujada por las manos de alguien a quien no se le tiene mucho agrado, y acertarle un pequeño escupitajo justo en la frente de esa masa que avanza y que resulta ser un bebe en su carrito, no tiene precio. Esta proeza se la adjudico mi gran amigo P.
Estas son las cosas que hay que hacer una vez en la vida para enfrentarse al sentimiento de ese momento.
Bebe rockeado
MuertosEnVida 12:54 p. m.
Etiquetas: Historias de adolescente, punk rock
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