De señales a instinto

Que lindo que es cuando nos guiamos por señales y llegamos a buen puerto.
Guiarse con señales nos retrotrae a un viejo instinto animal perdido a medida que la civilizacion lo fue suplantando con la conciencia.
Pero las señales siempre están, las señales que la naturaleza ofrece son tan sutiles como certeras.
Un sexto sentido que se puede llegar a domesticar. Está a la mano de cualquiera con sufieciente poder para desconcentrarse o desenchufarse de las labores de todos los días y ponerse a sentir como la tierra esta viva.
Internarse en zonas de naturaleza virgen es algo que toda persona debería experimentar en algún momento de la vida para poder ponerse en contacto con ese instinto tan poco florecido. Eso puede traerle como resultado un encuentro con el mismo y así poder determinar si en el pasado, genéticamente pudo haber sobrevivido a ese medio o si era una especie destinada a morir o estar al cuidado de otra.